¿Cuál fue la verdadera causa de la Primera Guerra Mundial?
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La verdadera Causa de la WW1
La típica explicación
de los libros de historia para entender el comienzo de la Primera Guerra Mundial
se basa en el deseo de venganza de las naciones después del asesinato del Archiduque
Francisco Fernando, heredero al trono de Habsburgo, el día 28 de junio de 1914.
Lamentablemente el Sistema se encarga de cegarnos con la excusa que se
utilizó para comenzar la guerra, pero nunca se menciona el propósito de
esta.
Hasta 1917 (año en que USA entró a la guerra), los
estadounidenses habían considerado el discurso del 17 de septiembre de 1796 dado
por su primer Presidente George Washington: “Es nuestra política mantener alianzas
con cualquier país del mundo (...) ¿Por qué deberíamos unir nuestro destino con
el de Europa, comprometiendo de este modo nuestra paz y prosperidad a los caprichos,
ambiciones, rivalidades, humor e intereses de los europeos? ”. Washington
intentó advertir a los estadounidenses sobre los problemas que podrían venir desde
Europa. Pero en 1914, esto dejó de ser considerado. En ese año se reunieron ciertas
personas para planear secretamente el involucramiento de Estados Unidos en la
WW1, a pesar de que los estadounidenses no querían participar.
El Plan secreto para involucrar a USA en la WW1
La presión para involucrar
a Estados Unidos comenzó en 1909, mucho antes del asesinato del Archiduque Francisco
Fernando.
Norman Dood, ex director del Comité para la Investigación de las
Fundaciones Exentas de Impuestos de la Casa de Representantes de Estados Unidos,
testificó que el Comité fue invitado a estudiar un informe de la Dotación Carnegie
para la Paz Internacional, como parte de la investigación sobre los impuestos.
El Comité estableció que “(...) los inversionistas de Carnegie realizaron una
simple pregunta y esta fue saber si sería deseable alterar la vida de toda la
gente, y en caso de ser deseable, necesitaban
saber si una guerra sería el modo más eficiente (...) Ellos discutieron la pregunta
(...) hasta que después de un año elaboraron la respuesta y esta fue: una guerra
es la única forma conocida para cambiar de un modo eficiente la vida de toda la
gente. Luego, esto nos lleva a la siguiente pregunta: ¿Qué podemos hacer para
involucrar a Estados Unidos en una guerra”. Así fue como en 1909 una fundación
por la “Paz” decidió decidió involucrar a Estados Unidos en una guerra con el
objetivo de “alterar” la vida de toda la gente.
El método para conseguir ésto comenzó el día 25 de
octubre de 1911, cuando Winston Churchill fue designado Primer Lord del Almirantazgo
en Inglaterra. Consideremos que el mismo Churchill escribió en 1920: “Desde
los días de Spartacus – Weishaupt, hasta Karl Marx e incluso Trotsky (...) ha
existido una creciente manipulación histórica con el objetivo de derrocar nuestra
civilización”.
El segundo nombramiento clave durante la pre-guerra
fue la designación de Franklin Delano Roosevelt como Secretario Asistente de la
Marina por parte del Presidente Woodrow Wilson. Consideremos lo que escribió Roosevelt
al Coronel Edward Mandell House: “La verdad de las cosas, como tú y yo sabemos,
es que un elemento financiero en los centros de poder ha poseído el gobierno desde
los días de Andrew Jackson y al decir ésto no excluyo al gobierno de Woodrow Wilson.
El país está repitiendo la historia de la lucha de Jackson contra el Banco de
Estados Unidos, sólo que a una escala mucho mayor”.
El Hundimiento “Sorpresa” del Lusitania
El siguiente paso para
involucrar a USA en la WW1 vino de parte de Winston Churchill, el Primer Lord
del Almirantazgo, cuando en julio de 1914 ordenó requisar el crucero de lujo RMS
Lusitania (originalmente poseído por la naviera Cunard Line), pasando este buque
a ser parte de la Armada Inglesa.
El barco fue enviado a New York donde fue
cargado subrepticiamente con seis millones de cartuchos de municiones comprados
a JP Morgan & Co, con el objetivo de venderlos a Inglaterra y Francia en su
guerra contra Alemania.
Se sabe que gente muy poderosa estaba interesada
en involucrar a Estados Unidos en la guerra, cosa que hizo notar el Secretario
de Estado William Jennings Bryan. Como Secretario de Estado, Bryan anticipó que
grandes intereses bancarios estaban interesados profundamente en la Guerra Mundial
debido a la oportunidad de conseguir elevadas utilidades. El 3 de agosto de 1914,
es decir antes de las primeras batallas, la firma francesa Rothschild Freres se
comunicó con la Compañía Morgan de Nueva York sugieriendo la necesidad de un préstamo por USD 100.000.000 para comprar bienes estadounidenses,
la mayor parte del cual fue invertido en Estados Unidos.
Inglaterra desencriptó los códigos de guerra alemanes
el 14 de diciembre de 1914, de modo que hacia finales de enero de 1915 la Inteligencia
Británica era capaz de avisar al Almirantazgo sobre la posición de cada submarino
U alemán. En otras palabras, en enero de 1915 Winston Churchill ya conocía las
posiciones de cada submarino U en la vecindad de Inglaterra.
El Lusitania comenzó a navegar hacia Inglaterra, a
pesar de que el gobierno alemán había ordenado colocar avisos en los periódicos
estadounidenses diciendo que se dirigían hacia una zona de exclusión, razón por
la cual cualquier barco allí corría el riesgo de ser hundido.
El Secretario
Bryan había prometido intentar persuadir al Presidente Woodrow Wilson para que
éste advirtiera a los estadounidenses para que no viajaran en el Lusitania. Sin
embargo el Presidente no realizó la advertencia siendo que sabía que el barco
transportaba municiones de guerra.
A pesar de que Wilson había proclamado
la neutralidad de Estados Unidos, de acuerdo con los consejos de George Washington,
él secretamente estaba visualizando la posibilidad de utilizar al Lusitania como
excusa para entrar a la guerra.
La siguiente es una conversación privada entre
el Coronel House y el Secretario de Relaciones Exteriores de Inglaterra, Sir Edward
Grey, que se encuentra en el libro “The Intimate Papers of Colonel House”
de House & Seymour :
Grey: ¿Qué hará Estados Unidos si los alemanes
hunden un barco con pasajeros estadounidenses a bordo?
House: Yo
creo que una llama de indignación se propagaría por Estados Unidos y esto por
sí solo bastaría para hacernos ingresar a la guerra.
El 7 de mayo de 1915 el Lusitania fue hundido en las
costas de Country Cork, Irlanda, por el submarino alemán U-20, después de que
el Lusitania quedara sin la escolta del buque Juno. Winston Churchill fue quien
ordenó que el Juno regresara a puerto a pesar de estar enterado de la presencia
de submarinos U, dejando intencionalmente
solo al Lusitana en el Canal de San Jorge. En el hundimiento perdieron
la vida 1201 personas, incluyendo 129 niños y 39 bebés.
El evento no fue suficiente para que el Presidente
Wilson pudiera declarar la guerra contra Alemania, razón por la cual nuestros
Amos Oscuros cambiaron de táctica. Ellos tendrían que utilizar otros medios para
involucrar a Estados Unidos en la guerra, dado que las “llamas de la indignación”
no se expandieron por USA como originalmente se había previsto.
Después del hundimiento del Lusitania se realizaron
dos investigaciones, una dirigida por Inglaterra (junio de 1915) y otra por Estados
Unidos (1918). Las conclusiones de ambos reportes contienen información tan contradictoria
que parece que estuvieran describiendo hechos distintos, según el libro “El Lusitania”
de Colin Simpson. Pero en algo coinciden los informes: el hundimiento se debió
a los torpedos y no a la explosión de las municiones, debido a que el Lusitania... “no transportaba municiones de guerra”. ¡El encubrimiento histórico ahora
es oficial!
La Wikipedia señala que se intentó falsificar los manifiestos
de carga:
“Existían tres manifiestos de la carga, los tres posteriormente
encontrados eran diferentes, el que correspondía a la verdad fue el que poseía
el presidente estadounidense F. Roosevelt. En este manifiesto se apuntan 1.639
lingotes de cobre, 1.248 cajas de granadas, con un peso total de 51 t camufladas
con alimentos varios, sumado a 4.927 cajas de balas de fusil y 76 cajas de latón
que sumaban 173 t; por tanto el Lusitania cargaba furtivamente contrabando
de guerra.”
El Almirantazgo negó rotundamente haber radiado un
mensaje cifrado al Lusitania en que se le ordenaba cambiar su rumbo a Queenstown
(zona de submarinos alemanes). Curiosamente un remolcador también tenía el mismo
código que el Lusitania y cuando navegaba frente al Canal San Jorge recibió el
aviso y dio la vuelta hacia Queenstown. Una copia de este mensaje quedó en la
estación radiotelegráfica de Valentia y se le hizo llegar al Juez Lord Mersey.
Con el juicio avanzado y el Capitán del Lusitania casi declarado culpable por
negligencia, Lord Mersey favoreció el espíritu de la ley al tomar conciencia de
las maquinaciones, negativas y falsos informes por parte del Almirantazgo. Al
final Lord Mersey solicitó al Gobierno que se le eximiera de administrar la justicia
de Su Majestad y declaró a sus amigos meses más tarde que "El
caso del Lusitania fue un negocio sucio" . Su honorabilidad quedó demostrada
al negarse a cobrar sus honorarios por el pseudo-juicio.
Los Angeles Times revisó el libro de Simpson y concluyó lo siguiente:
“El libro El Lusitania prueba más allá de cualquier
duda razonable que el gobierno británico planeó el hundimiento de un buque con
pasajeros con el objetivo de conseguir la participación de Estados Unidos en la
Primera Guerra Mundial. Los alemanes, cuyo torpedo mordió el anzuelo, fueron complices
involuntarios o víctimas de un complot probablemente diseñado por Winston Churchill.”
Después del hundimiento del Lusitiania el memorandum
House-Grey aconsejaba la intervención de Estados Unidos por el lado de los Aliados
en caso de que Alemania no firmase la paz. El compromiso fue aprobado por Wilson
ocho meses antes de la elección de 1916.
En 1916 el Presidente Wilson buscaba
la reelección. El lema de su primer periodo fue: “Nos mantendremos fuera de la guerra”. El nuevo lema era: “Alemania
debe responder por la sangre americana derramada”. Esto lo hizo así porque
seguía la sugerencia de Robert Lansing, Asistente del Secretario de Estado: “Nosotros
debemos educar al público gradualmente hasta conseguir que estén ansiosos por
ir a la guerra”.
La verdadera razón de la Guerra estaba aflorando lentamente.
Una de las primeras revelaciones ocurrió el 27 de mayo de 1916 cuando el Presidente
Wilson solicitó la creación de la Liga de las Naciones en un discurso titulado Una Liga Para Reforzar la Paz. Wilson argumentó que se necesitaba un gobierno único mundial para evitar otra Guerra. Se sobreentendía
que él sería el Primer Presidente de tal Gobierno.
Algunos estaban molestos con la lentitud de Wilson
para conseguir la entrada de Estados Unidos a la Guerra. Uno de ellos fue Franklin
Roosevelt, quien almorzó con unos “halcones” en el Metroplitan Club (Roosevelt
era demócrata). El primer tema de la discusión fue: Cómo hacer que el Gobierno
defienda nuestros derechos, lo que es obviamente un eufemismo para solicitar
una política agresiva en alta mar, lo que resultaría en el involucramiento de
Estados Unidos en la Guerra.
Las maniobras políticas consiguieron que Roosevelt
solicitara al Congreso autorización para declarar la guerra a Alemania el día
2 de abril de 1917, autorización que fue concedida el 6 de abril. Ahora Estados
Unidos estaba dentro de “la Guerra que le pondría fin a todas las Guerras” y que
haría del mundo “una segura democracia”.
Con el Presidente Wilson encabezando la alianza de
los ángeles democráticos del “mundo libre” y el patriotismo estadounidense exacerbado
y pidiendo justicia por la sangre derramada en el Lusitania, el mundo se encontraba
ingresando en “los umbrales de un Nuevo Orden Mundial”...
¡TAL COMO SE HABÍA PLANEADO!
Epílogo:
La Humillación de Versalles
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